Resumen
Introducción: Los pediatras estamos muy concienciados sobre nuestro papel en el diagnóstico del maltrato, ya que si éste no se diagnostica y denuncia a tiempo, puede traer graves consecuencias en los niños, tanto físicas como psíquicas. Sin embargo, como médicos, también podemos incurrir en diagnósticos erróneos de maltrato, con la importancia que esta falsa afirmación supone desde el punto de vista legal y familiar.
Material y métodos: Revisamos las historias de cuatro pacientes con patologías diversas que fueron diagnosticados inicialmente de maltrato. En todos ellos se encontró una causa médica que explicaba sus patologías y descartaba nuestra hipótesis inicial de maltrato.
Conclusiones: Como pediatras, debemos estar alerta sobre los signos y síntomas que pueden hacernos pensar en maltrato. Sin embargo, también debemos conocer las patologías que pueden parecer efectos de un maltrato, y siempre debemos pensar en los posibles diagnósticos diferenciales cuando se nos plantea un posible caso de maltrato.