Resumen
El maltrato infantil es un problema que en muchos casos no llega a ser identificado. El papel del pediatra en la detección de una posible situación de abuso a través de la anamnesis, la exploración fÃsica, las pruebas complementarias y los datos sociales es fundamental. El maltrato fÃsico debe formar parte del diagnóstico diferencial de cualquier lesión hallada en un niño. Las contusiones y los hematomas constituyen las manifestaciones más comunes, y existen hallazgos en la exploración que pueden orientar sobre su origen. Toda sospecha de maltrato debe comunicarse a las autoridades competentes.
Se presenta un caso de maltrato fÃsico detectado en el servicio de urgencias de un hospital terciario a partir de datos incongruentes en la anamnesis y lesiones sospechosas en la exploración.
Abstract
Child abuse is an important health problem which is often misdiagnosed. Paediatricians play a vital role in the detection of child maltreatment where, interviewing of parents and child, physical examination, diagnostic testing and investigation of any possible social risk factors is crucial when there is a suspicion. Maltreatment should be considered as part of the differential diagnosis when we face injuries in children. Haematomas and bruises are the most common clinical manifestation of physical abuse, and there are certain patterns which may be suggestive or even diagnostic of its probable origin. Suspected cases of child abuse should be always reported to the appropriate public agency.
We present the case of a 12 year old boy, victim of physical abuse, diagnosed in the emergency department of a tertiary hospital based on a suspicion after vague explanation, inconsistent with the injury's characteristics.