Sr. Director:
La leishmaniasis es una zoonosis causada por distintas especies del parásito Leishmania. En función de la especie del parásito y de la respuesta inmunitaria del individuo, da lugar a distintas formas clínicas: leishmaniasis cutánea localizada o difusa (L. major, L. tropica, L. mexicana, L. braziliensis), leishmaniasis mucocutánea (L. braziliensis) o leishmaniasis visceral (L. infantum en la cuenca Mediterránea, L. donovani)1. La forma cutánea es la forma clínica más frecuente en la edad pediátrica y con una evolución habitualmente benigna; no así la forma visceral, que puede presentar una mortalidad de hasta el 80% sin tratamiento1,2. En la literatura revisada la presentación de una forma cutánea y visceral en un mismo paciente inmunocompetente es infrecuente.

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Hemos encontrado en la literatura casos similares en pacientes infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana y trasplantados, en los que la inmunosupresión celular explicaría esta respuesta4. Es menos frecuente que ocurra en lactantes inmunocompetentes, aunque también se ha descrito algún caso como el nuestro2, en que la inmadurez de la respuesta inmune celular a esa edad podría ser la causa de esta forma de presentación atípica.
Idealmente, los casos de leishmaniasis visceral deberían ser confirmados mediante visualización directa o cultivo del parásito en médula ósea o aspirado esplénico, pero se trata de métodos dolorosos y a veces con insuficiente sensibilidad. Actualmente, el desarrollo de técnicas diagnósticas más sensibles, como los test para detectar antígenos de Leishmania y, sobre todo, la búsqueda de ADN mediante reacción en cadena de la polimerasa en sangre periférica5,6 y médula ósea (con una sensibilidad que llega a ser del 100% en el caso de la médula ósea) nos pueden permitir llegar al diagnóstico de una forma más rápida y menos agresiva.
En resumen, la demostración de Leishmania en una lesión cutánea puede ser la clave en el diagnóstico de una leishmaniasis visceral en un lactante sano.
Bibliografía
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3. Bogdan C, Röllinghoff M. The immune response to Leishmania: mechanisms of parasite control and evasion. Int J Parasitol. 1998; 28: 121-134.
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5. Cruz I, Chicharro C, Nieto J, Bailo B, Cañavate C, Figueras MC, et al. Comparison of new diagnostic tools for management of pediatric Mediterranean visceral leishmaniasis. J Clin Microbiol. 2006; 44: 2.343-2.347.
6. Cascio A, Calattini S, Colomba C, Scalamogna C, Galazzi M, Pizzuto M, et al. Polymerase chain reaction in the diagnosis and prognosis of Mediterranean visceral leishmaniasis in immunocompetent children. Pediatrics. 2002; 109: 1-5.