Resumen
En esta parte del trabajo se revisan los conocimientos actuales sobre aplicación de probióticos en niños prematuros y en mujeres embarazadas y lactantes. Los estudios de administración de cepas probióticas a prematuros son relativamente escasos, aunque, en general, indican que la incidencia de enterocolitis necrosante y septicemia es menor en prematuros a los que se les administra un probiótico. En cualquier caso, las cepas empleadas hasta la fecha han demostrado ser seguras en estos hospedadores tan sensibles a las enfermedades infecciosas. De hecho, el éxito del método de la madre canguro, en el que los prematuros están expuestos a las bacterias comensales y probióticas de la leche materna, confirma los beneficios del contacto precoz con este tipo de agentes. En cuanto a los niños con sÃndrome de intestino corto, resulta sorprendente que la administración de ciertos lactobacilos productores de D-lactato no sólo no es perjudicial, sino que conduce a una remisión de la sintomatologÃa más rápida que cuando se administran cepas probióticas que exclusivamente producen L-lactato. Finalmente, las mujeres embarazadas y los lactantes constituyen una población en la que la administración de probióticos podrÃa resultar de particular interés, dado que la modulación de sus microbiotas digestiva, mamaria y urogenital puede tener una importante repercusión sobre la salud del binomio madre-hijo.