Resumen
Introducción: El incremento de la incidencia de la obesidad infantil es paralelo al de los problemas relacionados con el sueño. El objetivo de nuestro estudio era determinar si hay una mayor prevalencia de trastornos respiratorios durante el sueño en los niños obesos y si disponemos de datos clÃnicos sencillos que nos permitan sospechar su presencia.
Material y métodos: La cohorte la forman 26 niños con un Ãndice de masa corporal (IMC) superior al percentil 90 (según las gráficas de Orbegozo) para su edad, con una edad media de 10,3 años (rango: 7-14), sin otro tipo de problemas médicos clÃnicamente detectables, que acuden a una visita de control de salud. El grupo control lo forman 30 niños de la misma edad con un IMC inferior al percentil 90.
Se controló el sueño mediante actigrafÃa y se utilizaron escalas de sueño validadas.
Se valoró el tamaño adenoamigdalar mediante radiografÃa.
Resultados: En nuestro grupo de 26 niños con IMC superior al percentil 90 para su edad, los problemas respiratorios durante el sueño (PRS), entendidos como la presencia conjunta de ronquido habitual, una respiración nocturna bucal y una excesiva somnolencia diurna, se relacionan significativamente con el tamaño amigdalar y el IMC (odds ratio [OR]= 1,19; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,06-1,29; p= 0,001). Asimismo, el tamaño amigdalar mayor de 2 cm, como test de cribado para PRS en obesos, tuvo un valor pronóstico positivo del 82,4%, un valor pronóstico negativo del 78%, una sensibilidad del 37,6% y una especificidad del 95,9%.
Conclusiones: La presencia de amÃgdalas hipertróficas tiene una mayor OR que la obesidad sola en la predicción de PRS en niños obesos. Sin embargo, ambas constituyen factores de riesgo predictivos e independientes de PRS. Por ello, la comprobación clÃnica sistemática del ronquido habitual, asà como de los sÃntomas de hipertrofia amigdalar, es una medida sencilla, rápida y crÃtica para prevenir la morbilidad asociada a estos problemas del sueño en el paciente obeso.
La alta especificidad y la baja sensibilidad al usar el tamaño amigdalar como predictor de PRS sugieren que los niños obesos con un evidente aumento del tamaño del tejido farÃngeo tienen una alta probabilidad de padecer PRS.