Cine y pediatrÃa, vol. 2. Una oportunidad para la docencia y la humanización en nuestra práctica clÃnicaSociedad Española de GastroenterologÃa, HepatologÃa y Nutrición Pediátrica
J. González de Dios. Madrid: Exlibris Ediciones, 2013; 256 págs.
Desde hace años, el cine forma parte de nuestra cultura y es el hermano moderno del libro, y ambos sirven para enseñar, explicar historias y provocar emociones. Para muchos, el libro es insustituible y se debe fomentar la lectura entre los niños y jóvenes, y creo que es una teorÃa acertada. Ahora bien, también es cierto que ante la aparición de un nuevo libro, algunos exclaman: «yo esperaré a que hagan la pelÃcula».
J. González de Dios, pediatra y cineasta, aprovecha estas dos facetas de su conocimiento y publica el segundo volumen de Cine y pediatrÃa.
Recoge en su libro, magnÃficamente editado, más de 50 pelÃculas relacionadas con el mundo infantil, subrayando las situaciones de patologÃa psÃquica, fÃsica y social. En este segundo volumen, el Ãndice facilita el tÃtulo de la pelÃcula, pero además añade una frase que orienta sobre el tema que se trata en el film. Como ocurrÃa en el primer volumen, a través de las pelÃculas seleccionadas repasa problemáticas diversas, como las alteraciones de conducta en los adolescentes, la violencia, el embarazo o el bullying escolar. También encuentra guiones para exponer temas actuales y menos populares, que abarcan desde el sÃndrome de Asperger, la adrenoleucodistrofia o la leontiasis ósea, hasta el problema sanitario en Estados Unidos, la repercusión de la memoria histórica en los niños o las consecuencias de la manipulación genética.
J. González de Dios, con su extenso conocimiento del séptimo arte, nos demuestra que el cine puede ayudar a explicar temas difÃciles de comprender y lo convierte, como defiende el autor, en material docente muy efectivo en nuestra práctica clÃnica. El autor, muy acertadamente, va más allá y nos propone
que prescribamos pelÃculas a nuestros pacientes y a sus familias. El hecho de comentar juntos la pelÃcula creará una empatÃa con el paciente y ayudará a todos a comprender mejor la enfermedad o el problema que padece el niño.