Cerca de 150 especialistas, entre alergólogos, neumólogos y pediatras, que tratan el asma infantil se han dado cita en la I Edición de la «Universidad del Asma Pediátrica», celebrada en el Auditorio del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, y organizada por Novartis. El objetivo del encuentro es unificar criterios e intercambiar conocimientos para mejorar la identificación y el tratamiento de los niños con asma alérgica grave.
Según Antonio Nieto, jefe de la Unidad de Neumología y Alergia Infantil del Hospital Universitario La Fe de Valencia y codirector de la jornada, «la Universidad del Asma Pediátrica es un encuentro dirigido a especialistas en el manejo del asma infantil, neumólogos, alergólogos y pediatras, cuyo objetivo principal es intercambiar experiencias y revisar las estrategias utilizadas en cada paciente para mejorar su identificación y tratamiento».
Durante el encuentro se han abordado diversas temáticas relacionadas con el asma grave pediátrica como la presentación del primer Consenso infantil sobre el manejo de asma grave en niños o la importancia de la identificación de los pacientes pediátricos con asma alérgica grave, entre otros.
El asma es la enfermedad crónica más frecuente en los niños. En España, el asma afecta a cerca de un 11% de los niños entre 6 y 7 años, a un 9% de los adolescentes entre 13 y 14 años y a alrededor del 5% de la población adulta. Además, «un 5% de los niños con asma presenta formas graves de la enfermedad" ha asegurado Nieto, quien ha añadido que "es una patología que induce gastos cuantiosos y su impacto, tanto económico como social, es notable». Para este grupo de pacientes, el asma grave controlada de forma inadecuada tiene un fuerte impacto en su rendimiento escolar, así como en su salud.
Al respecto, Nieto ha comentado que «un adecuado control de la patología puede condicionar la posibilidad de que el niño desarrolle una vida normal, incluyendo la realización de actividades físicas y de ocio propias de su edad».
Para ello, según ha explicado la codirectora de la jornada y jefa de sección de Inmunoalergia del Hospital Sant Joan de Déu, Ana Maria Plaza, «es primordial detectar al paciente lo más precozmente posible, pues esta rápida identificación y consecuente actuación hará que se evite o minimice el remodelado de la vía aérea».
La misma doctora ha afirmado que el niño con asma alérgica grave es «un paciente con sensibilización alérgica demostrada en el que el control de la enfermedad resulta muy difícil». Asimismo, el incumplimiento terapéutico, la existencia de múltiples alérgenos y la existencia de complicaciones asociadas o de comorbilidades (eccema, rinitis, alergia alimentaria, etc.) pueden empeorar el pronóstico de la enfermedad. «En estos casos hay que evaluar muchos factores que pueden interferir en el buen control del asma», ha apuntado Plaza.
Y es que enfermedades alérgicas infantiles son patologías heterogéneas en las que intervienen numerosos factores que actúan de forma diferente en cada paciente e incluso en el mismo. «El mayor reto al que nos enfrentamos los especialistas radica en la posibilidad de una aproximación individualizada en cada caso, de forma que se puedan proporcionar de forma fiable y personalizada predicciones pronósticas o consejos terapéuticos, entre otros. En ello se fundamentan los recientes avances en los fenotipos y endotipos del asma infantil», ha concluido Nieto.