Algunos padres y pediatras complican aún más la situación del niño al no dar la importancia debida al problema
- La enuresis es una enfermedad reconocida como tal por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sociedades y organismos especializados en la atención de problemas nefrourológicos.
- La prevalencia de la enfermedad se mantiene estable en las diferentes zonas y no se modifica por ningún factor lo que indica que generación tras generación los niños sufren la enfermedad.
- El pediatra es fundamental en la identificación y en la búsqueda en consulta de los niños que tienen enuresis nocturna para evitar complicaciones en el desarrollo, sociabilidad y autoestima del niño.
Madrid, 23 de enero de 2018.- «La enuresis es una enfermedad, así viene reconocida en las principales guías de clasificación de enfermedades tanto de la OMS como de sociedades y organismos especializados en la atención de los problemas nefrourológicos, y existe una definición mayoritariamente aceptada que los pediatras conocen y que las familias deberían de conocer: se denomina enuresis a una enfermedad en la que existe una emisión de orina durante el sueño, sin despertar, a una edad inapropiada, socialmente inaceptable», asegura el Dr. Venancio Martínez, Prof. Pediatría Universidad de Oviedo y Pediatra del Centro Salud El Llano, Gijón.
En nuestro país hay algo más de 4 millones de niños entre 5 y 13 años, de ellos más de 200.000 son enuréticos, pero esta cifra supera por mucho el número de niños que se están atendiendo actualmente en las consultas. Los expertos estiman que hay unos 150.000 niños enuréticos sin tratamiento.
Padres y algunos pediatras ocasional freno para la solución
La mayor parte de los padres creen, erróneamente, que el hecho de que su hijo se orine en la cama pasados los 5 años no es un problema importante y que con el tiempo pasará, que es un tema de madurez, y no lo consideran enfermedad, menos aún si en la familia existen casos de enuresis.
Para el Dr. Martínez, «desde mi punto de vista, hay poca sensibilidad de los pediatras sobre el tema. Los pediatras deberíamos ser más activos identificando los niños que tienen enuresis y mucho más activos en la intervención. Al pediatra en general no le gusta la enuresis porque es una enfermedad con manifestaciones aparentemente no demasiado problemáticas para el niño y la familia. Muchas veces se mantiene una actitud pasiva, pero como sabemos tiene consecuencias a veces difíciles de corregir con el tiempo y que tienen que ver con la autoestima, la sociabilidad y la integración del niño en el ambiente escolar y familiar».
Para Mapi Rodríguez, madre de dos niños enuréticos de 8 y 6 años «el pediatra que les corresponde a mis hijos en ningún momento me habló de tratamiento ni de una opción para que mi hijo o la familia llevara mejor el problema, fue una amiga pediatra quien me habló de que había tratamiento, diferentes métodos para que el niño dejara de hacer pipí».
Los niños sufren por una enfermedad no reconocida
«Si los padres entienden que es un problema de salud de su hijo y están dispuestos a afrontarlo y a dejarse orientar por el pediatra tendríamos un paso enorme para la resolución del problema y para disminuir los problemas concomitantes que lleva la enuresis en sí: autoestima, el estigma social y las tensiones familiares. Piénsese que estos niños muchas veces no salen de casa, no van a casa de sus amigos, no duermen con familiares, porque no quieren que se sepa que ellos se orinan en la cama a diferencia del primo, de familiares o amigos. Es un problema que está presente y debe abordarse y tratarse porque tiene solución y la enuresis se puede curar en la inmensa mayoría de los casos, en casi todos los casos» indica el doctor.
Pero socialmente la enuresis es un tema tabú y no se reconoce como enfermedad.
La enuresis tiene solución y tratamiento
«Un porcentaje nada despreciable de los niños dejan de orinarse en la cama cada año a partir de los 2 años. La enuresis a partir de los 5 años tiene una tasa de curación alta, pero los estudios dicen claramente que si intervenimos sobre la enuresis los niños se dejan de orinar antes y las complicaciones de todo tipo que entraña padecerla son más leves y desaparecen antes» indica el doctor.
Existen diferentes tipos de tratamiento como la terapia motivacional, los consejos o el entrenamiento vesical, que son la base del tratamiento. Además la terapia conductual con dispositivos de alarma y tratamientos farmacológicos.
«El uso de la desmopresina es el que más está estudiado y el que resuelve en un porcentaje más alto de niños la enuresis. Es el tratamiento preferido por los pediatras por comodidad, porque lo prefieren los padres y también porque los niños lo aceptan muy bien y porque tiene una tasa de resolución de la enfermedad equiparable a la alarma, y con menos inconvenientes de los que pueda tener la alarma en cuanto a aceptación por parte de la familia y del niño».
El objetivo es dar solución al problema del niño. Para M. Rodríguez «a mi marido le ha pasado y él lo pasó fatal, porque en aquella época le llevaban al psicólogo, le echaban la bronca... A mis hijos le ha tocado vivir en una familia en la que hay tolerancia a la enuresis pero tengo una amiga que decía que su hija se hacía pis por vaga y reñía a su hija porque se hacía pis».