En el marco de la V Jornada de Actualización en Artritis Idiopática Juvenil (AIJ), celebrada en Valencia
- Entre las complicaciones, los especialistas destacan la aparición de erosiones óseas, la artropatía a nivel articular e incluso mayor riesgo de ceguera debido a una inflamación ocular llamada uveítis, una de las complicaciones más importantes de esta patología.
- La artritis idiopática juvenil (AIJ) afecta a 1 de cada 1.000 menores de 16 años1 y alrededor del 50% de los pacientes la padecerán en la vida adulta2.
- Diagnóstico precoz, derivación temprana al reumatólogo pediátrico y utilización de terapias biológicas, son factores clave para mejorar la calidad de vida de estos pacientes.
Madrid, 17 de mayo de 2016. La artritis idiopática juvenil (AIJ) es la forma más frecuente de artritis en adolescentes y niños de todo el mundo y se caracteriza por la inflamación crónica de las articulaciones. La medición de la actividad de la AIJ, que cursa por brotes, sigue siendo uno de los retos a los que se enfrentan los reumatólogos pediátricos. Así se ha puesto de manifiesto en la V Jornada de Actualización en Artritis Idiopática Juvenil, organizada el pasado viernes en Valencia por la Sociedad Española de Reumatología Pediátrica (SERPE) y Aspanijer (Asociación de Padres de Niños y Jóvenes con Enfermedades Reumáticas de la Comunidad Valenciana), que ha contado con la colaboración de la compañía biofarmacéutica AbbVie. El encuentro ha reunido a profesionales de la reumatología pediátrica, pacientes y padres, con el objetivo de actualizar las principales novedades en el manejo de esta patología reumática.
Entre las principales conclusiones de la jornada destaca la necesidad de controlar la evolución de la enfermedad para poder lograr un mejor pronóstico e incluso una remisión clínica. Como destaca la Dra. Inmaculada Calvo, jefe de sección y responsable de la Unidad de Reumatología Pediátrica del Hospital Universitari i Politècnic La Fe: «La AIJ precisa monitorización de por vida tanto en épocas de actividad como de remisión, por la posibilidad de que se presente un brote y la necesidad de controlarlo. Con ello, podemos evitar secuelas que pueden ser producidas por la propia evolución natural de la enfermedad, como las erosiones en las articulaciones y los daños oculares que pueden llevar al paciente a una pérdida de visión».
La importancia del diagnóstico precoz
Como señalan los especialistas, el diagnóstico precoz continúa siendo un área de mejora en el campo de la reumatología por la necesidad de acortar los tiempos entre el inicio de los síntomas y la instauración de un tratamiento. «Es fundamental que los pediatras de Atención Primaria conozcan las enfermedades reumáticas para poder realizar una identificación precoz de estos pacientes y establecer una coordinación asistencial con la Unidades de Reumatología Pediátrica, dada la complejidad del manejo de estas patologías. Para ello, es necesario establecer criterios de derivación y protocolos de actuación», destaca la Dra. Calvo.
El impacto psicosocial de la AIJ
Al impacto físico que provoca la enfermedad hay que sumar el psicosocial, ya que los niños y adolescentes tienen dificultades para integrarse en actividades que otros niños sí pueden realizar sin sufrir dolor. «Las familias se enfrentan a un diagnóstico de enfermedad “crónica” en un niño que suele cursar a “brotes” durante su vida. Las visitas al médico son por tanto continuas y los niños pueden tener dificultades físicas en el caso de que les quede alguna secuela de los brotes como cojera o incluso problemas oculares que afecten a su visión. Estos niños pueden tener problemas escolares por las continuas ausencias y falta de autoestima», según la Dra. Lucía Verdejo, vocal de la junta directiva de Aspanijer.
La necesidad de un temprano abordaje terapéutico
El establecimiento precoz de una estrategia terapéutica favorece el pronóstico de la AIJ, ya que su carácter autoinmune e inflamatorio está relacionado con una mayor persistencia de las complicaciones que este tipo de patologías producen. Por ello, el establecimiento de una estrategia terapéutica debe hacerse lo antes posible. Para la Dra. Calvo, “la novedad más importante, dentro del abordaje terapéutico de los pacientes con AIJ, ha sido la utilización de las terapias biológicas ya que a estos niños y adolescentes les ha cambiado la vida, en cuanto a la mejora de la calidad de vida y el alcance de la remisión”.
Sobre la Asociación de Padres de Niños y Jóvenes con Enfermedades Reumáticas de la Comunidad Valenciana (ASPANIJER)
Aspanijer, creada en 2001, es una entidad sin ánimo de lucro formada por un grupo de profesionales, así como por padres de niños afectados por enfermedades reumáticas, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de estos pacientes. La asociación proporciona en la actualidad varios servicios, entre los que destacan un equipo multidisciplinar que ofrece ayuda profesional, grupos de ayuda mutua y apoyo, etc.
Bibliografía
1. American College of Rheumatology (ACR), Arthritis in Children factsheet. www.rheumatology.org/public/factsheets/diseases_and_conditions/juvenilearthritis.asp (Last accessed Jan 2009).
2. McCann LJ, Woo P. Biologic therapies in juvenile idiopathic arthritis: Why and for whom? Acta Reum. Port. 2007;32:15-26
2. McCann LJ, Woo P. Biologic therapies in juvenile idiopathic arthritis: Why and for whom? Acta Reum. Port. 2007;32:15-26